Me que quedado muy enfadado conmigo mismo por no haber podido despedirme, nada....ni un abrazo....ni un hasta luego.
Me he enterado muy tarde de tu viaje, tan tarde que ir a despedirme fue un imposible.
Mira que he estado veces por darte un toque, o un mensajillo...algo...pero nada. Preguntarle a terceros por ti y sólo saber de tu estado laboral. Nuestras vidas nos separaron, pero me quedo con la de cosas que vivimos juntos. Las menos agradables, que nos ayudaron a hacernos muy amigos, y los buenos momentos que disfrutamos, como nuestros partidos de fútbol sala, tus ensayos y conciertos con el grupo, y mi boca abierta viéndote tocar la batería, esa master class que me diste....; el Martes Santo que nos pegamos viendo a tu hermandad del Cerro, esos partidos de nuestro Betis.... Todo se me viene ahora a la cabeza como si hubieran ocurrido ayer.
En fin... Con eso me quedo amigo y con lo buen tío que has sido siempre.
Espero que estés bien en ese destino al que has tenido que viajar tan pronto. Allí nos veremos seguro. Hasta entonces quiero que sepas que me acordaré de ti y de la amistad que me regalaste.
Un abrazo Sergio.
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